CULTURA AFRICANA:
La cultura humana en África es tan antigua como la raza misma; e incluye los tallados en roca del período Neolítico (10000 A.C.), los petroglifos (un tipo de trabajos lineales, la mayoría hechos por las gentes prehistóricas) de las eras glaciales, hechos por cazadores-recolectores, en las praderas de África del norte, los nomos de Egipto y del antiguo Egipto.
LENGUAS:
En África existe un gran diversidad lingüística se estima en más de 1700 lenguas las lenguas africanas autóctonas conocidas. Junto con estas también se usan algunas lenguas alóctonas como las lenguas europeas llevadas por los colonizadores europeos e inmigrantes del subcontinente indio y lenguas de origen austronesio en Madagascar. A lo largo de la historia multilingüística del continente africano, las lenguas han estado en contacto con otras y han sido muy numerosos los casos de interinfluencia importante.
La expansión bantú en el África Subsahariana oriental, así como la arabización del norte, como consecuencia de la expansión islámica a partir siglo VII, alteraron drásticamente la distribución de lenguas en el continente. Muchas innovaciones culturales y lingüísticas se expandieron a lo largo de las rutas comerciales, como la (lingua francae), la fulfulde (Oeste de África), la hausa en Nigeria y Níger, la lingala, en el kikongo, la suahili en el este de África y el árabe en el norte.
Después de obtener la independencia, muchos países africanos para favorecer la unidad nacional, eligieron una única lengua para ser usada por el gobierno y en la educación, frecuentemente la lengua alóctona llevada al país por los colonizadores. Pero, en años recientes (a principios del siglo XXI), la mayoría de los países africanos han comenzado a preocuparse por la conservación de las lenguas minoritarias. Las políticas lingüísticas que se están desarrollando en la actualidad están orientadas hacia el multilingüismo.
RELIGIONES:
En el continente africano existen dos grandes ámbitos culturales determinados por influencias religiosas distintas, que se distribuyen en el norte de África y el área subsahariana. Además, en África resulta fundamental el impacto de dos religiones extrañas al continente: el cristianismo y el Islam. (foto del arte religioso de algunas tribus africanas).
En el norte de África se mantienen aún poblaciones nómadas o semi-nómadas como los tuareg o los bereberes, que tuvieron contacto con el islam desde épocas tempranas y lo difundieron en su entorno. Por otro lado, en la zona subsahariana perduran religiones étnicas y se han creado otras sincréticas, con elementos ancestrales y con influencias ajenas a las propias costumbres.
La penetración islámica es antigua y muy homogénea en el norte: Egipto, Libia, Argelia, Túnez, Marruecos, países en los que además es la religión oficial. Sin embargo, es más reciente en la zona subsahariana. El Islam se extiende de forma muy generalizada en Sudán, Mauritania, Somalia, Senegal, Gambia, Guinea, Níger y Malí. Es la religión mayoritaria en Chad, Sierra Leona y Nigeria. En algunos casos convive con las religiones africanas aborígenes como en Sudán, Guinea Bissau, Sierra Leona, Costa de Marfil, Burkina Faso, Togo y Benin; o enfrentado al cristianismo como en Eritrea y Etiopía, Liberia o Ghana.
El cristianismo tuvo dos momentos de expansión. El más antiguo llevó a la consolidación de la ortodoxia en Etiopía, el segundo se produjo con la penetración de las potencias coloniales europeas, que utilizaron a los misioneros de todas las iglesias para controlar a la sociedad africana aborigen.
La zona de mayor impacto del cristianismo colonial parte de territorios fronterizos con el Islam meridional y engloba al centro y sur de Africa.
El catolicismo es generalmente hegemónico en los antiguos dominios coloniales de potencias católicas como Bélgica, Portugal, España y Francia. El protestantismo suele imperar los antiguos territorios ingleses.
Un caso particular lo marca Sudáfrica, donde la inmigración proveniente de países protestantes determina la importancia de esta religión.
Otro fenómeno muy destacado en el África central meridional es el impacto de las iglesias afro-cristianas independientes y sincréticas, a las que se adscribe la cuarta parte de los fieles en bastantes países como Congo, Republica Democrática del Congo, Kenia, Zimbabwe, Zambia, Swazilandia y Sudáfrica. Sirven en algunos casos de vía de consolidación de una opción que, aunque posea raíces de una cultura extraña, incluye ritos y costumbres de los cultos aborígenes.
Las religiones étnicas africanas se caracterizan por su variedad. Perduran cazadores-recolectores como los san (bosquianos) del desierto de Kalahari o los pigmeos efe y mbuti del bosque ecuatorial. Divinizan la bosque y agradecen a los que imaginan sus pobladores sobrenaturales el alimento y su ayuda. Al vivir en grupos muy poco numerosos y nómadas no tienen santuarios ni poderosos especialistas religiosos. Entre los pueblos pastores del África subsahanana como los dinka del sur de Sudán o los fulani de Niger y Chad el ganado es divino y los rituales principales buscan propiciar la fertilidad de los animales y preservar su salud, en especial durante a fiesta anual del ganado.
Los pueblos agricultores forman agrupaciones más numerosas, tienen dioses de las cosechas pero también divinidades supremas. En muchos grupos diferentes se ha testificado la creencia en dioses creadores que se han retirado del mundo de los humanos (se les llama dioses ociosos) y aunque se les recuerda no se les ofrece culto. Continúan su labor otros dioses o seres sobrenaturales (se les llama dioses o héroes culturales) que convierten al mundo en habitable para el ser humano y a los que se agradece los favores en el culto cotidiano. Los rituales africanos son muy variados, los principales buscan dar culto a los antepasados, Iibrarse de la brujería o poner de relieve la soberanía de los reyes y gobernantes. El ritual africano más complejo que se conoce es el sigi de los dogón de Mali, que se realiza cada 60 años y rememora y restaura la creación del mundo.
COMIDA TÍPICA AFRICANA:
La cocina africana, aun bastante desconocida, ofrece un abanico muy amplio de platos de gran variedad y sabor. En África, las comidas, más que en la satisfacción de una necesidad fisiológica, se traducen en momentos de encuentro, de celebración, de fiesta, de homenaje. Saborear los manjares típicos de un país es entrar en su cultura, en su historia y en su tradición a través del paladar, del olfato, y hasta del tacto, considerando que la mayoría de los bocados africanos se comen con la mano. Además de esto, compartir la mesa es la forma más usual de brindar la generosa hospitalidad africana, siempre dispuesta a repartir de lo que hay con los convidados, los peregrinos, los extranjeros.
La tradición culinaria de África Occidental se sustenta en productos básicos, que incluyen la mandioca, el choclo y las especias, y en el uso abundante del pimentón. En toda la región está muy difundido el maffé, típico de Mali, que consta de carne picada con verduras y salsa de maní.
En Senegal, el plato tradicional es el tieboudienne, elaborado con pescado, arroz y verduras. También la yassa (manjar a base de pollo con salsa de cebolla, limón y pimientos y servido con arroz hervido) es típica de Senegal, de Costa de Marfil, de Burkina Faso y de Malí. En los mercados es bastante común el aroma a mantequilla de karité, utilizada para freír y condimentar. El boarake, bocado preparado con pescado, hojas de mandioca y aceite de palma, es otro de los platos ampliamente diseminados en toda la África Occidental. En Togo, se come bastante la mutsella, que no es más que pescado con verduras y especias y el yekumé (pollopicante).
En África Central, la base de la alimentación es la mandioca. Con ella se hace el famoso fufú (mandioca fermentada y molida en harina, para ser mezclada con agua hervida, con el objeto de transformarla en una masa compacta). Se acostumbra acompañar la mandioca con verduras cortadas y trituradas, condimentadas con aceite, salsa de tomate y cebolla.
La cocina de la región costera de África Oriental se caracteriza por la influencia recibida de Oriente, principalmente de Kenia, Tanzania, Sudáfrica y Madagascar, donde innumerables platos tradicionales son enriquecidos con salsas y especias importadas de la India, China, Arabia, Yemen y del Líbano.
Uno de los aperitivos más habituales en esta región es el sambusa, un triangulo de masa frita relleno de carne picada y aromatizada.
En Etiopía hay un plato nacional y exclusivo: la enjerá, un tipo de crepe o masa de pizza, de color ceniza y consistencia esponjosa y cuyo sabor es un poco ácido, producido a partir de harinha de tef, un cereal cultivado casi únicamente en este país. El wet es la guarnición que mejor combina con la enjerá. Puede ser de pollo, cordero o vaca, con una salsa picante (berberé) compuesto por pimentón picante, hiervas y especias varias, o de verduras, papas, tomates, habas o ajíes. El wet más apreciado es el de cordero (sega wet), reservado para celebraciones especiales.
¡AHORA OS TOCA A VOSOTROS NIÑOS!
¿Os gustaría la comida típica africana? ,¿Qué os gustaría comer de comida africana en el comedor?